martes, 12 de septiembre de 2017

Romper las cadenas de la Alienación

Su mayor sueño era lograr conseguir el valor suficiente como para empezar a vivir. Le tenía miedo hasta a su propia sombra (quizás porque su mayor miedo era él mismo) y su inseguridad era su único carcelero. De a poco, fue muriendo la gama de posibles espontaneidades que su ser podría haber albergado. Mató a su propia espontaneidad. ¿Para qué? Por el puro placer de girar en sintonía con el resto de las partes de la máquina.

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