jueves, 31 de agosto de 2017

Cliché número 2

Nos crían para adaptarnos a la mediocridad, a la simplicidad. Nos alientan a perseguir la felicidad, pero imponen estúpidos convencionalismos que hacen que la persecución se termine volviendo quimérica. ¿Cómo cuáles? El disimulo, por ejemplo, la mesura. Si me enamoro, ¿por qué tengo que pretender que no me importa? Si estoy enojada, ¿por qué tengo que sonreír? Y si quiero reír a carcajadas, ¿por qué debería callar? El ser humano es el único animal capaz de suicidarse, pero no porque haya tomado consciencia sobre alguna verdad universal incomprensible para el resto de las especies, sino porque es el único animal al que se le aconseja hacer una cosa mientras se le impone otra. ¿Es eso control? ¿Privación de la libertad? ¿Somos siquiera libres? ¿Qué es la libertad?

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